Entre un grupo de estudiantes universitarios que participó en el Ejercicio Profesional Supervisado (EPS), en el Departamento de Chimaltenango, en el año 2002, previo a optar al título de Contador Público y Auditor en el grado académico de Licenciado por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), surgió la idea de organizar una institución de carácter no gubernamental.

 

El objetivo era claro: suministrar mejores condiciones de vida a las personas que sufren de pobreza, mediante programas relacionados con la Alimentación, Salud, Educación, Vestuario, Vivienda y la Generación de Fuentes de Trabajo.

Motivados por la realidad social que vivían durante su experiencia profesional, estos jóvenes decidieron unir esfuerzos y estructurar una fundación enfocada en atender necesidades básicas insatisfechas en comunidades vulnerables. El trabajo colaborativo, el compromiso social y el deseo genuino de transformar vidas fueron los pilares sobre los cuales nació esta iniciativa.

Fue así como surgió la “Fundación para Combatir la Pobreza”, habiendo sido reconocida su personalidad jurídica y aprobados sus Estatutos mediante Acuerdo del Ministerio de Gobernación No. 2151-2007, de fecha 14 de diciembre de 2007.
Dicho acuerdo fue publicado en el Diario de Centro América el 21 de enero de 2008, y posteriormente quedó inscrita en el Sistema Único del Registro Electrónico de Personas Jurídicas con el número 20530, folio 20530, libro 1, el 12 de mayo de 2009.

La verdadera riqueza está en el corazón, la pobreza es una realidad que puede cambiar.